La hipertensión puede permanecer oculta durante años sin dar síntomas evidentes. Pero mientras, va dañando órganos como el corazón, el cerebro y los riñones. Hasta que un día golpea con fuerza, en forma de infarto, accidente cerebrovascular o insuficiente renal, según explica la cardióloga clínica, Magdalena Perelló, autora del libro Corazón sano.
La buena noticia es que se puede intervenir a tiempo. La clave está en prevenir, por un lado, y en detectar de forma precoz, por otro. Uno de los datos que más preocupan a los cardiólogos es que cada vez están viendo más casos de hipertensión en personas jóvenes, incluso en adolescentes.
Hasta hace unas décadas la hipertensión arterial se asociaba con la edad y el paso inevitable de los años. Pero esto está cambiando. Así, se estima que alrededor del 10% de los jóvenes adultos ya tiene cifras elevadas, señala Magdalena Perelló. "El problema es que muchos piensan que la hipertensión es cosa de mayores y no se sienten vulnerables", añade esta cardióloga.
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