Esta situación está relacionada con episodios puntuales de estrés agudo, que normalmente se producen en una época de exámenes, ante la EBAU o en picos de trabajo y responsabilidades intensas.
Sin embargo, este escenario está cambiando porque en las sociedades actuales, en las que se vive constantemente hiperconectado, los especialistas han percibido que muchas personas sufren estrés crónico. Este hecho afecta a nuestro cuerpo de manera diferente y, por tanto, también modifica la situación cuando el cuerpo para, durante las vacaciones.