El exceso de humedad que da el bañador mojado, la sudoración, los baños frecuentes o el aumento de relaciones sexuales son algunas de las razones por las que las infecciones urinarias o cistitis crecen hasta un 30% en verano. Se trata de una afección en las vías urinarias ocasionada generalmente por bacterias, aunque también puede presentarse a causa de virus, hongos o parásitos.
Maricruz González Álvarez, ginecóloga, obstetra y responsable de la Unidad de Diagnóstico Prenatal del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, explica que, en las mujeres, hay dos poblaciones especialmente sensibles a las cistitis: las embarazadas y las pacientes menopáusicas. “En el embarazo porque la infección urinaria puede acarrear el aumento de según qué complicaciones obstétricas y porque el uso de ciertos antibióticos está limitado por el estado de gestación”, aclara la experta, quien añade que en el caso de las mujeres con menopausia, “tienen una vagina con menos flujo del habitual y menos lactobacillus, que son las bacterias buenas que protegen el área”.
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