Algunos de los traumatismos que pueden producirse en verano están relacionados con heridas y quemaduras. Hablamos con dos expertas para saber cómo debemos actuar, cuándo debemos acudir al médico y qué acciones llevamos a veces a cabo y lejos de mejorar la situación la empeoran.

Cuando se produce una herida o una quemadura lo primero es valorar la gravedad para decidir si es necesario recabar la intervención de un profesional sanitario. En caso de heridas profundas, con sangrado que no cesa y quemaduras con gran extensión o producidas por productos químicos siempre se deberá consultar con un médico, señala María José Cachafeiro, farmacéutica, nutricionista y divulgadora, cotitular de la farmacia La Pomar, en Asturias.

En el caso de las heridas, si no nos encontramos cerca del dispositivo dónde se prestará la asistencia sanitaria, se pueden dar los primeros pasos como limpiar bien con agua y jabón o, en su defecto, con suero fisiológico, para arrastrar posibles restos de tierra, arena u otros materiales.

Respecto a las quemaduras el primer paso es enfriar con agua. "Si hay que derivar al médico es conveniente cubrir la zona con una gasa estéril" indica esta farmacéutica.

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