Las tintas de tatuajes pueden acumularse en los ganglios linfáticos y alterar la inmunidad. Los estudios analizan su relación con el cáncer.

Los tatuajes son cada vez más populares en todo el mundo. Solo en España, el 42% de las personas adultas afirma haberse realizado al menos un tattoo, según un estudio realizado por Lutronic PBS. En verano disminuye la demanda porque las recomendaciones sanitarias indican que no les debe dar el sol o el agua, pero en septiembre los estudios vuelven a la marcha habitual. Para muchos son arte, memoria o identidad; pero la ciencia empieza a preguntarse: ¿pueden también suponer un riesgo para la salud?

Investigaciones recientes parecen haber encontrado una relación entre los tatuajes y un mayor riesgo de cáncer. No obstante, aún se perfilan los mecanismos biológicos que podrían explicar este vínculo y la postura sobre si deberíamos preocuparnos realmente de los riesgos para la salud de hacernos un tatuaje todavía no está clara. En este artículo se analizan en profundidad las últimas opiniones de los expertos y las pruebas realizadas sobre el tema.

Noticia completa en La Razón.

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