El estrés intensifica la percepción de los acúfenos o tinnitus, un pitido o zumbido constante que afecta a más del 10% de los españoles. Aunque no existe un tratamiento que los elimine por completo, según informa la Clínica Universidad de Navarra, sus efectos pueden mitigarse mediante terapias de reentrenamiento y aceptación. Asimismo, hay medidas relacionadas con el estilo de vida que pueden disminuir su intensidad y mejorar la calidad de vida de los afectados.
Todo el mundo escucha pitidos en los oídos ocasionalmente, pero quienes padecen acúfenos perciben los silbidos, pitidos o zumbidos de forma permanente o muy frecuente. Este problema se puede definir como la percepción consciente de sonido en ausencia de un estímulo sonoro exterior. No está generado por una señal acústica o eléctrica, sino una actividad aberrante en alguna zona de la vía auditiva, desde el oído interno hasta la corteza cerebral, sin que exista actividad mecánica vibratoria en la cóclea (parte del oído que se encarga de transformar los sonidos en mensajes nerviosos y los envía al cerebro).
En muchos casos, los acúfenos apenas producen molestias y son algo así como un ruido de fondo para los afectados, mientras que en otros resulta muy difícil abstraerse de ellos e impactan de lleno en el sueño y la realización de las actividades cotidianas.
Causas y factores de riesgo de los acúfenos
Los acúfenos no son una enfermedad, sino un síntoma. En caso de experimentarlos de forma persistente, es conveniente acudir al médico para descartar que se trate de una patología grave y, si se descubre que es un problema tratable, administrar el tratamiento específico.
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