El 71,8 % de los jóvenes afirma que el cambio de hora les deja más cansados, mucho más que cualquier otro grupo de edad

El mes de octubre no solo viene acompañado de caída de las hojas, lluvia y bajada de las temperaturas, a todo ello se le suma el cambio horario. La noche del sábado 25 de octubre al domingo 26 de octubre los relojes se retrasan una hora para adaptarnos al horario de invierno.

Es en este momento cuando muchas personas experimentan una disminución notable de energía y vitalidad. El denominado fenómeno de la «pereza otoñal» ha sido objeto de estudio por parte del Museo de la Felicidad, cuyos hallazgos revelan que este estado anímico afecta a un amplio sector de la población. De hecho, un 38,7 % de los encuestados reconoce sentirse más decaído con la llegada de esta estación.

La investigación, que ha contado con la participación de más de 3.000 visitantes del museo, pone de manifiesto una clara diferencia entre generaciones. Así, mientras los jóvenes de entre 13 y 25 años experimentan principalmente un impacto físico –cansancio persistente, desgana o somnolencia–, las personas mayores de 60 años refieren sobre todo síntomas de índole emocional, como apatía o tristeza. No obstante, dentro de este último grupo, un 44 % afirma recurrir a técnicas de visualización positiva para afrontar los días más grises del otoño.

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