Millones de personas en todo el mundo sufren algún tipo de trastorno del sueño: desde insomnio y apnea obstructiva hasta alteraciones del ritmo circadiano. Estos problemas no solo afectan el descanso, sino también la salud física, el rendimiento cognitivo y el bienestar emocional.
Aunque los científicos han avanzado mucho en comprender los mecanismos cerebrales que controlan el sueño, una revisión científica, publicada en Brain Medicine ha revelado las intrincadas conexiones entre la microbiota intestinal y la regulación del sueño, situando el eje microbiota-intestino-cerebro como un elemento central para entender –y quizás tratar– los trastornos del sueño.
El estudio, liderado por el profesor Lin Lu del Sexto Hospital de la Universidad de Pekín, junto con un equipo internacional de investigadores de China y Estados Unidos, ha recopilado y analizado la evidencia más reciente sobre cómo los billones de bacterias que habitan el sistema digestivo influyen en los ciclos de sueño y vigilia.
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