Debemos asegurarnos de que el poco apetito de los niños no se debe a una cuestión médica, en cuyo caso deberemos acudir al especialista para obtener un diagnóstico

Los niños con poco apetito suponen una preocupación para sus padres día a día. No solo porque no ingieren las cantidades suficientes, sino porque no se animan a probar nuevos alimentos por una cosa u otra.

Hay niños que, aparte de comer poco, les disgusta probar nuevas texturas. A otros les resultan desagradables ciertos sabores y la suma de todos estos detalles, poco a poco, termina siendo un gran problema. Las opciones a la hora de alimentarlos se limitan cada vez más y las horas de comer se convierten en una batalla.

Aunque solo beban biberón y se alimenten de papillas, compotas y pudines, es necesario ayudarles a aceptar nuevos sabores, texturas e, incluso olores y colores, para que puedan estar bien nutridos y sanos. Ahora, ¿cómo se puede lograr esto? Profundicemos más en el tema a continuación.

El apetito es cambiante en los niñosLas necesidades energéticas de los pequeños son muy variables según el momento de crecimiento en el que se encuentran. Por esto es habitual que sus ganas de comer y las cantidades que ingieren vayan cambiando con el paso del tiempo.

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