A estas alturas, a nadie se le escapa que la tripa cervecera es mucho más que un problema estético. Significa que una persona tiene más grasa en la zona abdominal, lo que conlleva un mayor peligro para el corazón. Un nuevo estudio revela el alcance de este aumento del riesgo

La obesidad abdominal, también conocida como tripa cervecera, aumenta de forma considerable el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El peso es un indicador fundamental, pero también hay que tener en cuenta dónde se concentra el exceso de grasa. Cuando se acumula preferentemente en glúteos, muslos y brazos se denomina obesidad periférica o ginoide, mientras que si lo hace en el abdomen se trata de una obesidad central, abdominal o androide, es decir, la típica barriga cervecera.

La obesidad abdominal refleja una acumulación de grasa visceral, que se almacena en las capas profundas de los órganos internos y está estrechamente relacionada con efectos cardiovasculares perjudiciales.

Un nuevo estudio, presentado esta semana en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), revela que este tipo de obesidad se asocia con cambios más perjudiciales en la estructura del corazón que un mero aumento del peso corporal, especialmente en los hombres.

Obesidad abdominal y remodelación cardiacaSegún los resultados del análisis, la tripa cervecera se relaciona con patrones de remodelación cardíaca más preocupantes que los que se desprenden de un índice de masa corporal (IMC, medida que relaciona el peso y la estatura de una persona para estimar la cantidad de grasa corporal) elevado por sí solo.

La remodelación cardíaca es la respuesta progresiva del corazón al daño agudo y crónico que sufre por diferentes motivos y se caracteriza por cambios en su tamaño, forma y función.

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