El frío es un factor que puede intensificar los síntomas de ambas enfermedades, de hecho, con la bajada de las temperaturas suele haber un repunte de molestias articulares, sobre todo en personas con artrosis y artritis.

El invierno ha llegado con mucho frío y si, además, hay humedad, las personas que tienen artrosis o artritis pueden sufrir un empeoramiento de los síntomas, como mayor rigidez al levantarse o dolor al iniciar el movimiento.

En España más de once millones de personas sufren enfermedades reumáticas, según los últimos datos de la Sociedad Española de Reumatología. De ellas, más de siete millones padecen artrosis y más de un millón, artritis.

Más rigidez y menos actividad física

El frío es un factor que puede intensificar los síntomas de ambas enfermedades, de hecho, con la bajada de las temperaturas suele haber un repunte de molestias articulares, sobre todo en personas con artrosis y artritis.

Desde el Hospital Universitario Sanitas Virgen del Mar, la reumatóloga María Andreina Terán, explica que los cambios de temperatura y de humedad «influyen en cómo las articulaciones gestionan la inflamación y en cómo el sistema nervioso interpreta el dolor».

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