Page 3 - 15 LA REBOTICA
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                  La importancia de registrar


                  las actuaciones farmacéuticas



                  jaime giner
                  presidente del micof



                          e las actuaciones farmacéuticas que realizamos a diario en la farmacia, generalmente
                          solo las dispensaciones quedan registradas por escrito o en soporte informático, al
                          igual que unos pocos Servicios Profesionales Farmacéuticos. Otras muchas veces,
                  Dcuando realizamos servicios de indicación farmacéutica, en las que se procede a la
                  aplicación de un determinado protocolo, estas suelen realizarse de forma rápida y sin dejar
                  ninguna constancia de ellas porque su registro puede parecernos laborioso, nos pesa la falta
                  de costumbre o pensamos que este hecho puede romper y ralentizar la dinámica de trabajo
                  establecido hasta el momento en la farmacia. Sin embargo, esta situación no es nueva. Tres
                  o cuatro décadas atrás, la oficina de farmacia realizaba una Atención Farmacéutica, como
                  es su obligación, pero sin protocolizar, y desde luego no se registraba nada, algo que perdu-
                  raría demasiado tiempo, pasando de generación en generación hasta entender que “lo que
                  no se registra no existe”.

                  Ahora estamos en una fase donde, en poco tiempo, se están desarrollando muchos Ser-
                  vicios Asistenciales Farmacéuticos; y algunos Colegios, Sociedades científicas y hasta el
                  Consejo General, hemos comenzado a registrar y crear una cierta base de datos que es
                  muy valiosa para desarrollar y consolidar nuestra profesión. Ahora bien, el problema, a mi
                  parecer, radica en que este progreso se está dando de una forma un tanto desordenada y
                  descoordinada y, en consecuencia, se está frenando su propio desarrollo y generando a la
                  vez un gran desconcierto y ciertas dudas en el profesional que va a registrar. Cometemos
                  los mismos errores que achacamos a la Administración: falta de coordinación y colabora-
                  ción. Si cada uno de nosotros pretendemos ser los mejores guardando con recelo nuestros
                  desarrollos y actuando como departamentos estancos, frenamos el avance y confundimos
                  a los farmacéuticos comunitarios. Por ello, los dirigentes debemos trabajar unidos para
                  que los registros no se realicen individualmente; apostar por un nexo común que nos per-
                  mita hablar entre sí, en un mismo lenguaje que facilite y agilice nuestra labor asistencial sin
                  entorpecerla. Hace más de una década, Linda Strand (creadora del concepto de Atención
                  Farmacéutica), en una conferencia que impartió en el MICOF, insistió en la importancia de
                  hablar un idioma científico común en todo el mundo, donde un informe lo pudiera interpre-
                  tar cualquier profesional sanitario allá donde el paciente se encontrara; ya entonces Strand
                  vaticinaba que la movilidad crecería de forma acelerada.

                  Por tanto, debemos continuar exigiendo a la Administración el acceso a la historia clínica,
                  pero si no registramos de forma protocolizada y en un mismo “idioma científico”, en un futu-
                  ro próximo de poco nos servirá dicho acceso si no la entendemos ni lo podemos interpretar.
                  La importancia, no solo de registrar, sino de que todas las plataformas donde registren los
                  farmacéuticos hablen entre sí es prioritaria, porque solo compartiendo información podre-
                  mos crear evidencia, generar Big Data y demostrarle, con datos, a la Administración el gran
                  potencial que puede ofrecer la farmacia asistencial. Si unificamos los datos con un lengua-
                  je común nos haremos valedores de nuestro papel dentro del sistema nacional de salud.
                  Y, ahora, en nuestra Comunidad contamos con un aval, el Decreto 188/2018, del 19 de oc-
                  tubre, del Consell, que regula la concertación de los servicios profesionales farmacéuticos
                  asistenciales y la acreditación de las oficinas de farmacia para su prestación. Tenemos la
                  oportunidad de evidenciar los beneficios que aportan los servicios profesionales. n





                                                                                        LA rEBoTiCA • 03 •
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